
En la soledad gris y oscura
las penas son la prisión
Un corazón destrozado
por tanto odio y dolor.
Ciego que ha sido maldito
por olvidar su misión
errante por el desierto
en busca de redención.
Un infeliz que ya no aguanta
otro día mas sin amor
abandonado a su suerte
ahogado en un profundo clamor.
Afligido por los pecados
su tortura es aun mayor
perdido en su propio mundo
sin rumbo y sin dirección.
Ay de aquel que se compare
con similar perdición
pero son tantos los que deambulan
en el mismo gran error.
Es por estos desaciertos
que difícil se hace el vivir
reacciones a nuestras acciones
encadenadas entre si.
Pero con certeza proclamo
lo que se ha de comprender
que todo pasa por algo
que obra en nuestro propio y supremo bien.
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