En el reflejo de la luna
Que con dulzura acaricia toda mi piel
Veo cuan si fuera un extraño
La sutileza de un amor sin condición.
En la humedad de la arena
Arropada por la espuma de las olas que rompen
Siento el fluir de toda la vida
Al vaivén del palpitar de un corazón.
Y en el silencio sordo de la noche
Cuando en sueños soy quien debo ser
Escucho la música de esferas celestes
Sumándome a la danza de su eterna canción.
