Si la mediocridad gobierna el mundo,
entonces, ¿somos avanzados?
Si la mentira, mil veces dicha, la creemos como verdad,
entonces, ¿somos sinceros?
Si la estupidez guía nuestra vida,
entonces, ¿somos sabios?
De la ignorancia surge la esclavitud,
de la esclavitud, surge el sufrimiento;
del sufrimiento, surge el miedo;
del miedo, surge el odio;
del odio, surge la muerte:
el final de nuestro ser.
Círculo vicioso que no lleva a ningún lugar,
persiguiendo nuestra cola sin saber cómo parar.
Experimentamos la vida de forma superficial,
sin distinguir siquiera si hacemos el bien o el mal.
Tan solo nos conformamos con estar
en un mundo de deseos donde podamos soñar.
No sé si es permanente o es generacional,
pero la idiotez está presente en nuestro mundo actual.
Sin sentidos que se presentan en todo nivel social,
gobernantes y gobernados a una escala global;
todos hacen lo mismo, pobres y ricos por igual,
purgando el castigo impuesto por el pecado original.
Del conocimiento surge la libertad,
de la libertad, surge la alegría;
de la alegría, surge la confianza;
de la confianza, surge el amor;
del amor, surge la vida:
nuestra presencia ante Dios.
Entonces, abramos las alas y empecemos a volar,
porque el momento es ahora y debemos avanzar
hacia un mundo más sublime del que soñamos estar,
lleno de luz y color donde podamos cantar
y en el coro celeste nuestra canción entonar,
compartiendo con el Todo nuestro brillo peculiar.